28 de julio de 2016

Fanáticos disciplinados de la curiosidad

Unir la curiosidad y la disciplina, hacer de cada día un gran día. Van estas recomendaciones, algunas vez propuestas por nuestro colega Rafael Barbero, como impulso de aprendizaje vital.
Convocamos a desarrollarnos como súper observadores, integrales y diversos, para comprender el entorno, encontrar pistas de cambio, recolectar nuevos maestros y probar la realidad. 
A continuación un extracto de uno de los pequeños grandes libros de Tom Peters




CONVIERTA SUS EXPERIENCIAS DIARIAS EN "TAREAS SENSACIONALES"

(O "D.S.A.E.S.": Dedicarse Seriamente a Estupideces Sensacionales). Todo empieza por mantener las antenas permanentemente paradas; por ejemplo: ¿qué le resulta irritante, curioso, emocionante? Abra un "Cuaderno de Observaciones", ya sea en papel o digital. Anote en él todas las cosas que se le cruzan que sean: 1) horribles (por más "insignificantes/cotidianas" que fueran, como ser, un diseño incómodo para usar, procesos o instrucciones estúpidas o irritantes); o 2) cosas sensacionales que pasan en la "vida real" (en un restaurante, en una cancha, en el consultorio de su dentista) y que ofrecen una lección positiva para su proyecto.

GRAN IDEA: CONVIÉRTASE EN UN "OBSERVADOR FANÁTICO"... DE LO BUENO, LO MUY BUENO, LO IMPRESIONANTE, LO FEO Y LO ESPANTOSO.

El quid de la cuestión
Winston Churchill dijo que la sed de conocimiento era lo más importante para lograr una educación. El gurú del liderazgo Warren Bennis dice que quiere que se lo recuerde como "curioso hasta el final". David Ogilvy afirmó que los principales creativos publicitarios se caracterizan por una curiosidad insaciable hacia todo "cuanto exista bajo el sol".
¡Lo mismo vale para los grandes reformuladores de proyectos!
La buena noticia: La curiosidad es algo para lo que uno puede entrenarse o que puede (más o menos) aprenderse. Mi esposa es uno de los muchos "fanáticos de las anotaciones" que conozco. Ccuando está de viaje buscando nuevos productos para su negocio de amoblamientos para el hogar, es capaz de llenar hasta 40 páginas de un cuaderno (copió esa costumbre de su adorado abuelo). En esas páginas se encuentran notas... y bocetos... y artículos y avisos publicitarios de diarios y revistas, recortados y pegados. De modo similar, mi amigo y gurú empresarial Karl Weick lleva siempre en el bolsillo interno de su saco sport un paquete de tarjetas de 8x12 cm: nunca vi que pasaran más de 20 minutos sin que anotara algún tipo de observación o dato. Otro amigo mío hace sus anotaciones en cajitas de fósforos, servilletas de papel y cosas por el estilo, y las guarda en su bolsillo izquierdo (¡siempre en el izquierdo!). Dice que cada tantos días hace una limpieza de ese bolsillo... e ingresa sus notas, ya un poco más elaboradas en un documento de su computadora.
Todo esto se reduce a convertirse en estudiante crónico / curioso a perpetuidad / inquietud fanática aplicada. Es decir, cultivar la convicción de que la vida es... UN INMENSO E INTERMINABLE APRENDIZAJE. Algo misterioso se produce con ese aprendizaje en una mente curiosa y totalmente comprometida y, la mayoría de las veces, incluso se produce de modo inconsciente: se generan pequeños chispazos, se establecen interrelaciones, se desencadenan nuevas percepciones y se accede a una comprensión diferente. ¿Resultado? La potenciación geométrica de su capacidad para actualizar/reinventar/UAUUizar el proyecto que tiene entre manos.
(...)

"Todos los pensadores creativos, desde grandes inventores como Thomas Edison, Benjamin Franklin y Leonardo da Vinci, hasta la novelista Virginia Woolf, el psicólogo Carl Jung y el naturalista Charles Darwin, han usado diarios y cuadernos de apuntes para registrar sus ideas y sus golpes de inspiración. Todos ellos comprendieron que una nueva idea surge, a menudo, de la combinación de distintas y dispares piezas de información, conceptos u otros elementos, durante un período de tiempo más o menos prolongado. La única forma eficaz de rastrear sus ideas a lo largo del tiempo y sintetizarlas es documentándolas en cuanto aparecen en la mente (...)
Una de las formas más fáciles y efectivas de registrar sus ideas es llevar un "diario de ideas". Teniendo ese diario siempre a mano −sobre su mesa de trabajo, en su maletín o cartera, sobre la mesada de la cocina, sobre la mesa de luz− podrá anotar las ideas que se cruzan por su mente durante todo el día o incluso de noche (...)
Sea cual fuere su forma de llevar ese diario, la manera más segura de matar su impulso de usarlo es imponerse una serie de normas y reglas carentes de sentido. Por ejemplo, no sienta que su diario carece de valor si no anota algo todos los días o si no formula sus ideas en frases completas y gramaticalmente correctas. Eso es una tontería (...)
Utilice el método que mejor funcione para usted. Uno de los mejores que he conocido lo desarrolló un gerente de Boeing, que quería ir anotando las ideas que le surgían mientras viajaba. Llevaba consigo tarjetas postales, ya franqueadas con su propia dirección, en las cuales anotaba las ideas a medida que le iban surgiendo. Después enviaba esas postales a casa. También conozco gente que llama a su correo de voz y se deja mensajes. Un pequeño grabador, en el que pueda registrar una o dos frases, es práctico y económico. No hay límites en cuanto a formas ingeniosas (y creativas) de registrar y documentas sus ideas" - Jordan Ayan: "Aha!"
COMENTARIO DE TOM: Esto es fuerte... ¡e importante! Deje esta lectura. Ya mismo. (¡Pero, por favor, después reanúdela!) Vaya y cómprese una agenda o un cuaderno −o empiece ya mismo, usando cualquier trozo de papel que tenga a mano− y anote su primera observación. Podría ser uno de los pasos más importantes de toda su carrera (...)

Cosas Para Hacer
1. Compre un simple cuaderno de espiral. HOY MISMO. En la tapa póngale una etiqueta que diga "Sensacional". En la contratapa póngale una etiqueta que diga "Horrible".
COMIENCE CON SUS ANOTACIONES.
HOY MISMO.
2. Recorra el centro de compras o shopping más cercano... HOY MISMO... durante una hora. Anote 10 cosas "sensacionales" y 10 cosas "horribles" que vaya observando: servicio excelente (y pésimo), señalización, mercadería, comidas, baños, decoración, música, lo que fuera.
3. Registre esas observaciones en su computadora. Elija 4 de ellas e intégrelas al proyecto que tenga en marca en este momento.
4. Trabaje en esto con un amigo o colega. Organice un EQUIPO DE FANÁTICOS DE LA OBSERVACIÓN. Comparta sus "bancos de datos"... y traslade sus ideas y observaciones a su/s proyecto/s.


Fuente: Peters, Tom:  El Proyecto 50. Reinventando el management. 2000. Atlántida.

21 de julio de 2016

Tercer semestre

Simón Lutvak
A la caza de recetas para el éxito o la supervivencia, de diamantes o botes salvavidas. Ese parece el estado del empresario argentino modelo 2016 (¿o el de todas las épocas?). Puestos frente a expectativas extrañas y contextos inciertos, la mira parece empañarse. Quizás en lugar de subir las apuestas a herramientas cada vez más complejas, convenga desarrollar mejor lo básico, fortalecer los cimientos, vender... 
Compartimos un artículo de nuestro colega y egresado Simón Lutvak, destacada especialista comercial, que propone mirar más allá del tan mentado "segundo semestre".


Tercer semestre 
En estos meses es recurrente la consulta sobre las estrategias más apropiadas para contrarestar la caída de las ventas. Muchos esperan ilusionados el segundo semestre, pero es probable que el repunte no esté al nivel de las expectativas. Habrá que esperar, o no.


El mientras tanto de la pyme

Nada que esté pasando ahora es muy diferente a lo que ocurrió en el pasado. En varias épocas, algunas remotas y otras no tanto, los empresarios tuvieron que lidiar con las fluctuaciones en los resultados de sus negocios. Claro que cada período tuvo sus características, la retracción de la demanda estaba determinada a veces por un “aluvión” de competidores, otras por la imposibilidad de conseguir mercadería o partes para poder producir, pérdidas de competitividad por la evolución del peso, etc.. No es el objetivo de este artículo analizar y profundizar las causas y razones de los comportamientos macroeconómicos en la actual coyuntura (hay otros colegas que se ocupan de eso) sino tratar las decisiones que en materia estratégica y comercial realizan los empresarios pymes, en particular los que se ocupan de vender de empresa a empresa (B2B).


Nada de nada
Siempre existe la posibilidad de no hacer nada, dejar las cosas más o menos como están, que fluyan. Seguramente esta apatía será acompañada por una reducción de las inversiones que parecen riesgosas como la publicidad, la participación en exposiciones o giras. Incluso algunos deciden cuidar sus gastos con una declinación en la provisión de materias primas, maquinarias, partes, y servicios. Parece realista y poco ambicioso. Estos “movimientos” son resultado de un estilo personal de quienes conducen, muy auténtico, pero que en lo mejor de los casos lleva a la mediocridad.


Más territorio
Una de las recetas utilizadas en períodos similares al que transitamos es aprovechar la baja en la demanda para buscar otros territorios comerciales. Y aprovechar es la clave, porque seguramente encontrará a sus competidores con la guardia baja. Sumar nuevos segmentos de mercado objetivo es un buen camino, otro es ocuparse de territorios geográficos nunca explorados o bien poco desarrollados por la empresa. Estas acciones no requieren demasiados cambios en la empresa, solo una nueva lista de potenciales clientes y si es necesario sumar más gestión telefónica, desarrollar el emailmarketing o bien el incremento de la tradicional gestión puerta a puerta.


Aumentar la lealtad

Dedicarse a sus clientes importantes siempre ha sido una buena estrategia, pero hacerlo ahora es prioritario. Confeccionar la lista de sus mejores clientes del año y combinar una visita (no solo a cargo del vendedor) para charlar sobre la marcha del negocio y la coyuntura, es una actividad provechosa, que afianzará las relaciones y puede que genere oportunidades. ¿Hace cuánto que no se entrevista con el director o responsable de planta de sus mejores clientes? Muchos de sus clientes “padecen” de la actual coyuntura y puede que estén pensando en desprenderse de algunos proveedores. Usted debe tratar de que su empresa no sea candidata, asuma una posición activa y tome contacto, descubra en que están cada una de ellas. 





Mejorar la participación
Esta época es ideal para cambiar su participación en el mercado, en especial para las empresas que se dedican a proveer insumos y herramientas. Como las ventas están a la baja, será difícil que sus competidores noten cambios en el porcentaje de mercado y por lo tanto es una buena oportunidad. Si usted vende a un cliente 10 (20%) de las 50 piezas que adquiere regularmente; otros proveedores les venden 25 (50%) y 15 (30%) respectivamente, cuando la baja lleve el consumo a 30 piezas en lugar de 50, todo se resiente y se altera, es allí que sus vendedores deben realizar un esfuerzo para lograr mejorar la participación. Si en lugar de pasar a vender 6 piezas (20% de los 30) lograsen vender 8, tendrían un éxito en la batalla por el market share y estarían muy bien preparados para cuando la tendencia a la baja cambie de signo (siempre pasó). Motive conduzca a sus vendedores para esta estrategia.


En la coyuntura
En este período se observa una encarnizada batalla por los precios. El empresario pyme debe defenderse de esta puja y recomiendo hacerse de herramientas de financiación o bien estar dispuestos a ceder algunos puntos de rentabilidad debido a créditos otorgados. La “salud” comercial debe cuidarse y para ello sugiero no hacer descuentos de precio excepto que existan compensaciones (volumen de compra, pronto pago, etc.). El cierre de venta por mayores plazos de financiación puede ser un camino no tan traumático.
Usted ya sabe que hay ciclos de altas y bajas. El éxito de un empresario es anticiparlos. La tarea en estos momentos es determinar, desde el punto de vista estratégico, en que etapa del ciclo estamos. Si usted considera que transitamos la etapa descendiente de la demanda, las acciones recomendadas en este artículo, y sus particularidades, deben ser consideradas como su vigente desafío. En cambio si usted considera que ahora si estamos entrando en el tercer semestre, ajuste su estrategia, genere un plan, entrene y motive a su gente y de esta forma no llegará tarde cuando haya que barrenar la ola de la demanda.



Sobre el autor: Simón Lutvak hace 25 años se desempeña como consultor de estrategias, management e ingeniería de ventas. Se especializa en asesorar y brindar coaching a directores, gerentes y ejecutivos de pequeñas y medianas empresas de diferentes sectores. Sus clientes ofrecen productos y servicios al mercado de empresas grandes, medianas, chicas y consumidores. Algunos de sus clientes: Industrias Kras, Otero Hnos., Iscar Tools, Levi Minond, Sisdam, Citizen Argentina y Brasil, entre otros. Actualmente es columnista invitado de la revista Pymes de Clarín.

14 de julio de 2016

Las respuestas antifrágiles como redundancia

¿Qué necesitamos para afrontar el caos en un mundo de organizaciones efímeras? ¿Es acaso obligatorio superarnos y mejorar? ¿Ser cada día más eficientes e incrementar nuestra calidad? ¿Hay que ser más cuidadosos, más precavidos? ¿Necesitamos más respuestas a los dilemas o cuestionarnos las preguntas desde las cuales partimos? 

Puestos a navegar la complejidad y con ausencia de certezas, tendremos las espaldas mejor cubiertas con opciones que con cartas salvadoras. Lo que parece ineficiente, por diferente y por variado, puede ser lo más sensato. Seremos menos vulnerables en la medida que aumentemos nuestra opcionalidad: de productos, de clientes, de competencias. Seremos más adaptables de acuerdo a cómo aprendamos a lidiar con el estrés, probándonos ante el error y la desilusión. Lo inevitable es que las cosas fallen y que quien sea frágil esté más expuesto al daño. Taleb habla de antifragilidad como una condición de estructura/comportamiento en los sistemas caóticos en los cuales nos bamboleamos. 
A continuación un fragmento de "Antifrágil" sobre la utilidad de la redundancia, una capacidad para construirnos en la complejidad (las negritas son nuestras y agregamos enlaces para profundizar algunos términos). 

Lic. Fernando Cerutti
 

Las respuestas antifrágiles como redundancia

Cuando escuché "postraumático" en aquella visita a Londres tuve una especie de revelación. De repente caí en la cuenta de que estas respuestas horméticas antifrágiles solo eran una forma de redundancia y en mi mente convergieron todas las ideas sobre la madre naturaleza. Y es que a la naturaleza le gusta tener las espaldas bien cubiertas.
Los niveles de redundancia son la propiedad fundamental de la gestión de riesgos de los sistemas naturales. Todos los seres humanos (puede que los contables también) tenemos dos riñones; en realidad, contamos con repuestos y con una capacidad extra para muchas cosas (como los pulmones, el sistema neural, el sistema arterial), mientas que los diseños humanos tienden a ser sobrios y a presentar, por así decirlo, una redundancia a la inversa: la historia demuestra que tendemos a endeudarnos, algo que es lo contrario a la redundancia (guardar cincuenta mil en el banco o, mejor aún bajo el colchón, es redundancia; deber al banco una cantidad equivalente, estar endeudados, es lo contrario de redundancia). Aunque la redundancia es ambigua porque da la impresión de desaprovechamiento si no ocurre nada fuera de lo normal, ese algo fuera de lo normal casi siempre acaba sucediendo.
Además, la redundancia no es necesariamente cobardica: puede ser muy agresiva. Por ejemplo, si mantenemos un stock muy abundante de fertilizantes por si las moscas, y se produce una escasez de ellos por unos problemas en China, podremos vender los excedentes a un precio muy elevado. O si tenemos reservas extra de petróleo las podremos vender con grandes beneficios en caso de crisis.

Y resulta que se aplica exactamente la misma lógica a la sobrecompensación: no es más que una forma de redundancia. Las cabezas que le brotan a la Hidra parecen ser tan redundantes como los dos riñones del ser humano y como la capacidad de soportar un estresor extra. Si ingerimos 15 miligramos de una sustancia venenosa nuestro cuerpo se puede fortalecer y prepararse para ingerir 20 o más y hacerse más fuerte en general. Estos 5 miligramos más de veneno que podemos soportar son como las reservas extra de productos vitales o necesarios, como tener más efectivo en el banco o más alimentos en el sótano. Y volviendo a lo que impulsa la innovación: las cantidades extra de motivación y de fuerza de voluntad que, por así decirlo, surgen de los contratiempos, también pueden verse como una capacidad extra no muy diferente de una provisión extra de víveres.
Necesariamente, un sistema que sobrecompensa se está excediendo en cierta medida porque acumula más fuerza y más capacidad en previsión de un resultado peor o en respuesta a una información sobre la posibilidad de un peligro. Y, claro está, esta capacidad o fuerza adicional puede acabar siendo útil por sí sola por puro oportunismo. Hemos visto que la redundancia es oportunista, por lo que esta fuerza extra se puede usar con algún provecho incluso en ausencia de peligro (...) no es defensiva, es más una inversión que una simple prevención (...) lo que llaman "ineficiente" suele ser muy eficiente.
El hecho es que nuestro cuerpo descubre probabilidades de una manera muy sofisticada y evalúa riesgos mucho mejor que el intelecto. Por citar un ejemplo, los profesionales de la gestión de riesgos buscan en el pasado información sobre el llamado peor escenario y la emplean para calcular riesgos futuros: este método se llama "prueba de estrés". Toman la peor recesión histórica, la peor guerra (...) como referencia para calcular con precisión el peor resultado futuro. Pero nunca se dan cuenta de esta incongruencia: cuando ese peor escenario sucedió, superó al "peor escenario" de su época.
He llamado "problema de Lucrecio" a esta fallo mental en honor al filósofo y poeta latino que escribió que el tonto cree que la montaña más alta del mundo es la más alta que ha visto él. Creemos que el objeto más grande cualquier clase que hemos visto o del que hemos oído hablar es lo más grande que puede existir. Y hace miles de años que caemos en esta trampa.
(...) Si el ser humano libra la última guerra, la naturaleza libra la siguiente. Nuestro cuerpo es más imaginativo en relación con el futuro que nosotros. Pensemos en cómo se entrenan quienes practican halterofilia: el cuerpo se excede en su respuesta al esfuerzo y se sobreprepara (hasta un límite biológico, claro) haciéndose más fuerte.


Fuente: Taleb, Nassim Nicholas: Antifrágil: Las cosas que se benefician del desorden. 2013. Paidós.

7 de julio de 2016

La continuidad del cambio

Rescatamos y sumamos un artículo de nuestro colega y amigo Andrés Ceballos. Desde Tucumán, Andrés es un referente en el pensamiento y la ejecución estratégica del marketing, siempre apuntado a la innovación y al aporte constructivo. En tiempos de redes caóticas, apareció esta nota que escribió hace un tiempo en un experimento blogueril y sintoniza con ideas que compartimos. ¿Qué hacemos con el cambio, como consumo y como empresa, como innovación y como estrategia?. Es una buena razón para seguirnos encontrando para pensar.

Andrés Ceballos
La continuidad del cambio

Los cambios llegan, se consumen y desaparecen su permanencia es prácticamente inexistente en este nuevo mundo, como le define Zygmunt Bauman “La modernidad liquida no tiene forma, nadie sabe cómo será el futuro lo único seguro es que es incierto”, bajo esta consigna es que debemos analizar al nuevo escenario del Marketing.
Desde que comenzó el nuevo siglo y bajo una profunda crisis el mundo se mantiene en constante cambio como siempre lo hizo, solo que ahora el cambio es más veloz, yo diría atrozmente veloz y esto hace que las compañías busquen constantemente no perder sus posiciones, el estado constante de una sociedad amorfa da como resultado el desconcierto de los “CMO” los cuales deben revisar constantemente los planes estratégico adecuándose minuto a minuto a los cambios o por la velocidad en la que estos entran y salen podríamos decir que son “cambios a hipervelocidad”, con una vida insignificante de tiempo ya que ellos dependen de la atención de las personas las cuales determinan hasta cuándo podrán vivir, recuerdo haber escuchado hace algún tiempo sobre los “flogger”, los “emos”, los “góticos” y otras tribus urbanas, ahora mi pregunta es ¿alguien sabe dónde están todos estos?, fueron un flash social que no llego a construir absolutamente nada, los jóvenes con su inestabilidad emocional dieron lugar a una moda la cual sin identidad llego a ser noticia pero no logro mantenerse en la meseta de la cultura innovadora, una moda que quedó reducida a una mínima expresión de seguidores sin rumbo, es decir gente que está en algo si saber por qué esta, suena raro pero es así, ¿alguien se acuerda de Cumbio?, era una chica que llego a ser celebrity de una marca, la empresa la tomo como un referente del segmento etario y el impulso que tomo la marca fue demasiado grande en contraste con las ventas, Cumbio y el Fotolog fueron aplastados por Facebook, hoy todos los que estamos en Facebook tenemos algo de floggers, es para pensarlo. Hablar de floggers o de tribus urbanas suena a algo de hace mucho pero en realidad paso hace solo cuatro o cinco años si nos ponemos a ver no hace mucho y su permanencia fue muy corta, sirvió para una o dos temporadas y luego se desvaneció en la nada. Ejemplos como estos en los próximos quince años vamos a tener muchos, incluso algunos analistas predicen que Facebook desaparecerá para el 2020, su argumento está basado en la experiencia de Yahoo! o Messenger los cuales fueron exitosos hasta antes del nacimiento de las redes sociales.
Ahora bien, si tendríamos que pensar en el futuro y preguntarnos ¿qué es lo que se viene?, ¿cómo será el desarrollo de las redes sociales?, ¿Cuáles serán los medios más efectivos? O bien la pregunta de muchos ¿Por qué medio las personas mantendrán y alimentaran sus vínculos? Solo podemos asegurar que todo esto es incierto, el modo de planificar estratégicamente nuestro Marketing depende de saber hacer una lectura del aquí y el ahora, pensar en el después solo será para el riesgo de quienes se animen a apostar entendiendo que perder es más seguro que ganar.
La innovación ya no depende de una sola persona o de un solo grupo de personas, ahora se co-crea la innovación sale de un espacio de vínculos donde todos son parte de la creación, el ser aislado es considerado un individuo de un nivel cultural inferior, las personas no entiende el concepto del “ser no conectado”, una persona sin conectividad es una persona que no podrá vincularse con otras personas, la idea de estar comunicados hoy funciona bajo un nuevo paradigma en la comunicación posmoderna, hoy no podemos comunicarnos sin contar con periféricos que nos asistan y nos complementen, estos periféricos no solo son accesorios tecnológico, muchos de ellos o mejor dicho todos ellos influyen a la identidad de los individuos y trabajan como indicadores de status, claro está que para poder pertenecer a un status más elevado ya no alcanza con los periféricos tecnológicos hoy los indicadores de status son los periféricos sofisticados y de un alcance casi comparado con la ciencia ficción.
¿Qué pasaría si no cambiamos nada... y algo mágico simplemente ocurre?

Pavlov postulo la teoría del Estimulo-Respuesta la cual describe el comportamiento de los individuos ante situaciones que se presentan, en las comunicaciones este recurso es básico, poner frente a las personas bienes o servicios y mostrarlos bajo conceptos estéticos que provocan un “apetito” voraz por poseerlos es un recurso clásico, ahora ¿qué sucede cuando lo estético es superado por el “apetito”?, es ahí donde la estrategia debe reinventarse, es decir, imaginemos que los consumidores son “zombis” que buscan satisfacer un apetito voraz de consumo, comprando productos y servicios utilizándolos y descartándolos antes que estos cumplan con su función hasta el final y las marcas son las víctimas de estos zombis que no logran alcanzar a desarrollar un producto y ya tiene que lanzar otro mejorado y así uno y otro y otro. ¿hasta dónde una empresa puede mantener ese círculo de innovación y el vínculo emocional y real con el cliente sin caer en la repetición o en la “pseudoinnovación”?, ¿Llegamos a lo que jamás imaginamos o a lo que pensábamos era un ideal del Marketing, la demanda natural y desesperada de los clientes?, eso que parecía de una película de ciencia ficción se hace realidad, pero si solo hace 30 años si la heladera no era blanca no era de otro color, hace quince años las heladeras eran de diversos colores pero si no me la llevaban a casa no me servía, ahora el color paso a ser un commodity, el servicio a domicilio es parte del producto base no nos imaginamos una compra sin servicio, hoy el diferencial está en la tecnología y su aplicación. Esperamos que la heladera no solo sea de color o me la lleven a casa, hoy esperamos que la heladera me mande un mensaje a mi smartphone y me diga cuales son los productos a vencer, que comida puedo preparas con lo que tengo guardado, cuantos kilos de carne hay, cuánto tiempo más puede estar el pescado en el freezer y avisarnos las promociones que nuestro supermercado tiene cada día de la semana; me pregunto, ¿esto sería de ciencia ficción?, no, esto si todavía no es realidad cuando terminen de leer esta nota entonces ya lo será.
Algunos creen que este es el momento de hacer y después pensar, otros entienden que observar el comportamiento es la clave para sobrevivir y otros solo sobreviven. El gran problema de sobrevivir es que el tiempo que te queda de vida es incierto, el problema de hacer y después pensar es que seguramente habrá más errores que aciertos, yo prefiero observar para entender y hacer para conseguir.
Hay un cuento que me gusta mucho y creo que hoy representa esto de lo que hablábamos de la “voracidad de consumo”. En la selva se encontraban dos cazadores en un momento luego de varios días y en medio de la selva se quedan sin municiones y deciden caminar hasta encontrar alguien que los ayude, caminan por varias horas y de repente se encuentran con un enorme león, los cazadores se miran y por un segundo uno de ellos decide empezar a quitarse la mochila, tira el arma, deja el cuchillo, todo aquello que representaba una carga lo deja en el suelo, el otro cazador lo mira y le dice:
– ¿Para qué dejas todo eso?, por más que corras rápido el león te va a alcanzar igual y te va a matar.
El otro cazador lo mira y le dice:
– No tengo que correr más rápido que el león, solo tengo que correr más rápido que tú.
No esperemos ser cazadores sin municiones, lo mejor es contar con los productos para atacar al mercado y ser coherentes, si la expedición es de varios días deberemos contar con muchos productos (municiones) para hacer frente al león (el mercado) y principalmente entendamos que este nuevo mercado es cambiante en tiempo real.
Hasta la próxima!